Cada noche era un pedazo de todas aquellas cosas horribles
que había vivido a lo largo del año o de toda mi vida. Me daba por pensar que
sinceramente no había nada por lo que vivir. Me mantenía en una cuerda floja
todo el tiempo, había cambiado mil millones de veces para acabar siendo como
era al principio. Todo el mundo quería que fuese de una determinada forma. Querían que estudiara un módulo que no me
gustaba y mi familia pensaba que no iba a hacer nada en el nuevo curso. Ellos
querían que me preparase para un trabajo, quizás piensen que soy idiota, pero
no lo soy. Quizá piensen que no sé nada de la vida, bueno jamás podría quitarle
la razón a nadie sobre eso. Pero nadie podrá quitarme la razón de que la vida
es rápida, es injusta y maravillosa. Que el futuro es incierto y que realmente
prefiero vivir mi vida con aquellas cosas que amo y me gustan que ejerciendo o
estudiando algo que detesto. Aunque eso sea alabado por tener trabajo o por
tener una buena fuente de dinero. No busco dinero en la vida, ni las cosas más
lujosas. No busco seguir el juego de una sociedad corrupta, e interesada en
vivir para trabajar. Sé que es algo que muchos no entienden o que simplemente
pueden pasar diciendo “esta chica está loca, se nota que es demasiado joven”
bueno como ya he dicho, nunca lo negaría.
Si me equivoco, y voy a hacerlo demasiadas veces en mi vida,
serán mis errores, serán mis fallos, mi función es levantarme y seguir
adelante. Como hacemos todos. Como todos buscan hacer. Sé que no quiero llegar
al lecho de mi muerte y pensar que he hecho todo lo que los demás querían que
hiciera pero nunca lo que yo quería. Que me he arriesgado por ellos, pero jamás
por mí.
De acuerdo, me gusta psicología. Estoy profundamente
enamorada de ella. Si quieren preguntarme porque, estaré dispuesta a contestar
porque pero en otra ocasión. Algo que decidí
a los 14 y algo que maldita sea, sigo queriendo hacer, creo que eso es algo
importante. Sé que como otros no tengo todos los medios para estudiar lo que
deseo, pero considero que debería intentarlo al menos. Como ya he dicho es lo
que me gusta.
Supongo que no quiero estar estudiando o con un trabajo
horrible, y de repente no sé, qué me atropelle un coche, o pierda el control
del volante, o no sé. Cualquier cosa. Y he muerto haciendo un módulo que no me
gustaba desde el principio, eligiendo la ropa que a mi madre le gustaba pero
que a mí no, comprando aquello que a mí no me gustaba, viviendo donde mis
padres querían que viviera, divirtiéndome de la forma en que mi madre creía que
estaba bien para mi edad, sin dormir en casa de nadie, sin fugarme una noche
para ver el amanecer, no por favor. Prefiero esforzarme por todo lo que
necesito.
Puede que no os parezca bien, puede que no sea lo mejor para
mi futuro pero si para mí. Necesito cantar,
no es algo como una obsesión de la edad, no tiene nada que ver. Algo que
considero tan especial y que me llena tanto en la vida no puede ser por la
edad. Ha sido aquello que me ha levantado en mis días oscuros, con lo que me he expresado y le he gritado al mundo. Quizá
no lo entiendan pero no tienen derecho a decirme que no puedo luchar por
aquello que creo.
Así que cada noche era un pedazo de todas aquellas cosas
horribles que había vivido a lo largo del año o de toda mi vida. Sinceramente
pensaba que podría morirme, porque era como si las cosas que antes eran
importantes o que realmente quería hacer ya no tuvieran ninguna importancia.
¿Lo han sentido? No darle sentido a nada.
Pero…¿podria demostrar que probablemente sea una persona depresiva,
insegura, y pequeña, pero que puedo estudiar lo que quiero, hacer lo que quiera
y luchar por esas causas que tanto valoro?
¿Demostrar que puedo luchar? ¿Qué puedo cantar? ¿Qué puedo ser todo lo
que quiera? ¿Qué puedo dar alegría y amor? Por supuesto. Esta noche, por
supuesto.
Pues dos años después te respondo a un comentario que me pusiste: sí, soy española! Jajajajaja perdón por la tardanza, pero perdí la contraseña y ahora que la he recuperado, he decidido retomar el blog :) Te sigo.
ResponderEliminarUn besito!