Te susurro al oído, cuento contigo, acaricio cada hueco que queda de ti vivo. Vivo en tu ombligo, en cada beso en el cuello y en cada parte recóndita de tu cuerpo.
Te beso. El tiempo, la sonrisa, los labios. Muerdo el labio inferior que marca el sonido o gemido de mis ganas que se enlazan con tus ganas. Marco el compás del silencio con el estruendo del cabecero de tu cama. Me desprendo de tu ropa, uniendo el sonido de tu boca.
Deseo. Boca, labios, cuerpo. Tu cuerpo, es el templo donde quiero estar. Lo sabes, lo sé. Podemos arder como en el infierno, queremos llegar al cielo con solo juntar nuestros deseos. Garras que se agarran a tu espalda. Desbocando corazones, no hallo tus imperfecciones. Me someto a tus razones, a la magia que evocas.
Se debe volver intenso. La música suena en los ecos, llevo el tiempo sin medida, amándote sin medida. Calienta el momento, llévalo en el bolsillo de recuerdo. Enamorándote de cada sílaba, excitación grado 10.
Por eso, te beso, te susurro, y deseo. Baila el tango que tu cuerpo desea, conmigo. Abriendo posibilidades, ignorando adversidades.
¡Aquí y ahora!
Y punto. Sin palabras. Vas cogiendo mi mano bien fuerte, silenciando tu silencio, armándome de deseo. Contigo, todo, todo, todo.
Si quieres bailamos eternamente...
Te beso. El tiempo, la sonrisa, los labios. Muerdo el labio inferior que marca el sonido o gemido de mis ganas que se enlazan con tus ganas. Marco el compás del silencio con el estruendo del cabecero de tu cama. Me desprendo de tu ropa, uniendo el sonido de tu boca.
Deseo. Boca, labios, cuerpo. Tu cuerpo, es el templo donde quiero estar. Lo sabes, lo sé. Podemos arder como en el infierno, queremos llegar al cielo con solo juntar nuestros deseos. Garras que se agarran a tu espalda. Desbocando corazones, no hallo tus imperfecciones. Me someto a tus razones, a la magia que evocas.
Se debe volver intenso. La música suena en los ecos, llevo el tiempo sin medida, amándote sin medida. Calienta el momento, llévalo en el bolsillo de recuerdo. Enamorándote de cada sílaba, excitación grado 10.
Por eso, te beso, te susurro, y deseo. Baila el tango que tu cuerpo desea, conmigo. Abriendo posibilidades, ignorando adversidades.
¡Aquí y ahora!
Y punto. Sin palabras. Vas cogiendo mi mano bien fuerte, silenciando tu silencio, armándome de deseo. Contigo, todo, todo, todo.
Si quieres bailamos eternamente...
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