Increíble es que te hayas convertido en mi dios ( no pretendo que Dios se mosquee, solo lo digo en lo terrenal). Increíble que tus manos me den vida, me cojan por la cintura desprevenida y me asuste por no estar acostumbrada.
Increíble tus ojos. Podría mirarlos sin cansarme jamás. Puedo reflejarme en ellos, puedo sentir esa magia que nos rodea.
Increíble tu forma de hablar, me enamoro de cada sílaba que tu boca dedica para mí, aunque sea un monosílabo.
Increíble los besos que me das, esa forma de acariciar, de transmitirme paz y tranquilidad. Me asombra lo loco que estás, pero por esa manía para mí eres especial.
Me haces girar a cuadros, sí, porque a cuadros me dejas. No hay mundo si no es contigo, coge mi mano y llevame al paraíso, es muy sencillo. Creemos nuestras propias reglas, la primera es que no haya ninguna de ellas. Conduceme al sitio, al momento adecuado donde sea o cómo sea mientras sea a tu lado. Ya no hay dolor en las esquinas del rincón dónde iba a llorar, no hay nubes negras capaces de arrasar toda mi calle ni tormentas que me aprieten las tuercas de mi mente. Evaporas cada puta hora mala que pasa, despides los sueños tan horribles en los que me ví presa, el miedo era una bonita condena.
Asi que, ¿ así se siente al despertar?. Increíble no es ni mucho menos el adjetivo que te define, lo malo es que no existen palabras perfectas para una persona tan perfecta. Ya no quiero invertarme mil besos, con los tuyos tengo y me dan aliento. El rimel no se corre tampoco significa que no este buena. Arranca mis mareas, terremotos que mi mente crea, sonries a mi pelo alborotado, mi sonrisa, mis ojos, todo.
¿Quien coño quiere al hombre perfecto? La perfección es inexistente. No deberíamos utilizar esa palabra. Él no es perfecto, ni un príncipe aunque adoraría despertarme a su lado solo para decirselo al oído " Príncipe". Me llama "perfecta" y "princesa" pero no soy nada de eso. Adoro que no sea perfecto, porque adoro sus defectos, adoro que no sea un príncipe, porque los príncipes a veces destiñen. Adoro no ser perfecta, morí por serlo y desde luego ya no lo quiero ni lo necesito, adoro no ser princesa, no quiero cuentos, quiero una vida a su lado.
Increíble tus ojos. Podría mirarlos sin cansarme jamás. Puedo reflejarme en ellos, puedo sentir esa magia que nos rodea.
Increíble tu forma de hablar, me enamoro de cada sílaba que tu boca dedica para mí, aunque sea un monosílabo.
Increíble los besos que me das, esa forma de acariciar, de transmitirme paz y tranquilidad. Me asombra lo loco que estás, pero por esa manía para mí eres especial.
Me haces girar a cuadros, sí, porque a cuadros me dejas. No hay mundo si no es contigo, coge mi mano y llevame al paraíso, es muy sencillo. Creemos nuestras propias reglas, la primera es que no haya ninguna de ellas. Conduceme al sitio, al momento adecuado donde sea o cómo sea mientras sea a tu lado. Ya no hay dolor en las esquinas del rincón dónde iba a llorar, no hay nubes negras capaces de arrasar toda mi calle ni tormentas que me aprieten las tuercas de mi mente. Evaporas cada puta hora mala que pasa, despides los sueños tan horribles en los que me ví presa, el miedo era una bonita condena.
Asi que, ¿ así se siente al despertar?. Increíble no es ni mucho menos el adjetivo que te define, lo malo es que no existen palabras perfectas para una persona tan perfecta. Ya no quiero invertarme mil besos, con los tuyos tengo y me dan aliento. El rimel no se corre tampoco significa que no este buena. Arranca mis mareas, terremotos que mi mente crea, sonries a mi pelo alborotado, mi sonrisa, mis ojos, todo.
¿Quien coño quiere al hombre perfecto? La perfección es inexistente. No deberíamos utilizar esa palabra. Él no es perfecto, ni un príncipe aunque adoraría despertarme a su lado solo para decirselo al oído " Príncipe". Me llama "perfecta" y "princesa" pero no soy nada de eso. Adoro que no sea perfecto, porque adoro sus defectos, adoro que no sea un príncipe, porque los príncipes a veces destiñen. Adoro no ser perfecta, morí por serlo y desde luego ya no lo quiero ni lo necesito, adoro no ser princesa, no quiero cuentos, quiero una vida a su lado.
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