Estamos de vuelta. Atacando mi mente, sacudiendo el polvo que nunca hubo entre tú y yo. Buscando la puta contestación. Pidiendo a algo que todo fuese bien. Deseándo-te, explicar a tu huracán el porque que no obtengo. Decirle que soy frágil y efímera, que puedo irme dentro de 15 minutos o quizás 1. Igual que la felicidad. Tratando de sacarle hierro al asunto, a esa mirada apagada que dio una llama en mi mirada. Sentir la mentira en el ambiente, porque estoy toda estresada y asustada. Temblé como si fuera de flan, con cada rincón de mi soledad que dejaba de serlo porque estaba a minutos de verlo. Ser valiente y cometer locuras. Me he vuelto loca y ni si sé de que locura se trata. ¿Cómo has llegado al centro, cómo excavaste por mis huecos? Pude detenerlo y no pude. ¿ Por qué no pude? Ahora estás como estabas antes. En mi mente, en la noria de la vida. Ocultando las razones por las que fui, las que sigo, quizás por las que miento, quizás por las que huyo o vuelvo. Tú eres hielo protegien...