Tic tac, tic tac. Y empieza de nuevo. Alzas tu voz y lo gritas. Callas. Vuelves a la carga. Cuentas secretos, formas de mantener tu vida. Tic, tac. Pero pierdes todo tu tiempo y haces perder tiempo a los demás. Acusas, criticas, juzgas, llamas, insultas, faltas el respeto, cualquier sinónimo que quieras utilizar. Un día podría levantarme de la silla y girarme, el mundo se escondería ante el desastre. Pero, ¿sabes? No soy como otra gente. Sería incapaz de insultarte, menospreciarte, juzgarte, acusarte, llamarte o faltarte el respeto. Conozco a muchas personas que prefieren o que lo suyo es decir cuatro cosas o “partirte la cara”, quitar lo “lista/o” que te creas y ponerte en tu sitio. He conocido a gente que ha criticado a todos y a todo por lo más mínimo. Luego se han escusado diciendo que la gente critica sin saber, bueno bien pues, ¿qué estáis haciendo? Mirarse a uno mismo, creo que es complicado, pero se debería hacer primero. Yo podría decirt...